En muchas empresas, el inicio de año trae consigo la tradición de partir la Rosca de Reyes. Y nosotros no fuimos la excepción: cada quien eligió su pedazo con la esperanza de no encontrar al famoso muñequito… Y los que tuvieron la suerte tuvieron que llevar los tamales para el Día de la Candelaria.
Pero más allá del momento divertido, también quisimos iniciar el año con propósito. Colocamos un buzón de los deseos laborales, un espacio donde todos pudieron escribir sus deseos y aspiraciones. Nada mejor que acompañarlo con una taza de chocolate caliente, fomentando un ambiente cálido y motivador ☕.